Nuestros valores

Creemos en la justicia del lenguaje. 

La justicia del lenguaje es el derecho a expresarnos en el idioma en que nos sentimos más poderoses. El lenguaje está íntimamente conectado a quienes somos —  a nuestra forma de ver el mundo, a nuestros pensamientos y emociones, a nuestras culturas, sueños y políticas. La justicia del lenguaje honra nuestras experiencias individuales vividas y nos sitúa como aprendices y maestres , oyentes y hablantes. Aborda las desigualdades y los privilegios creados por las culturas dominantes, la globalización, el imperialismo, el capitalismo, el racismo y la criminalización de la migración. La justicia del lenguaje es la forma en que podemos construir la sabiduría y el poder colectivo que hacen que nuestros movimientos sean más fuertes a través de las culturas y las fronteras. 

Lo ponemos en práctica de la siguientes maneras:

  • Ofrecemos servicios de interpretación y traducción a escala reducida a les compañeres de la comunidad que participan en el trabajo de liberación 
  • Trabajamos con el lenguaje como una herramienta  dinámica que evoluciona y se adapta a nuestra comprensión del mundo y de los muchos pueblos que lo componen.
  • Nos comprometemos  a un discurso que promueve la confianza, la construcción y la liberación de la comunidad, no la destrucción
  • Interpretamos, no hablamos, para la gente 

Creemos en nutrir nuestro ecosistema. 

Creemos que la justicia del lenguaje alimenta nuestro ecosistema local y global. La gente Choctaw nos mostró esta conexión entre el bienestar de la tierra y del lenguaje cuando llamaron a este lugar Bulbancha. Afirmamos la sabiduría, las historias y las contribuciones de todos los pueblos marginados por la cultura dominante. Varies de nosotres venimos de culturas de empresas caseras, chambas, susus y tandas — estos son espacios económicos cooperativos similares a la tradición local de apoyo mutuo de las sociedades negras de Nueva Orleans. Reconocemos que la creación de economías cooperativas fuera del capitalismo es clave para la liberación y la dignidad de toda la gente negra, indigena, y de color. Creemos en nuestro poder para construir nuevos mundos para nosotres y nuestra comunidad.

Lo ponemos en práctica de la siguientes maneras:

  • Trabajamos con compañeros de la comunidad para continuar con el legado de economía cooperativa que nos dejaron nuestres mayores 
  • Apoyamos iniciativas para que personas negras, Indigenas, y de color sean económicamente autónomas, especialmente a través de estructuras cooperativas
  • Ofrecemos capacitaciones de interpretación y talleres de justicia del lenguaje 
  • Centramos la inclusión de personas negras, Indígenas, de color y queer en el trabajo de justicia del lenguaje 
  • Ofrecemos trabajo solidario a les aliades

Creemos en la educación popular. 

Creemos que la educación popular reconoce que todas las personas tienen el poder de ser tanto maestres como aprendices. Todes tenemos una valiosa experiencia vivida que compartir y áreas de crecimiento. A través de la educación popular, podemos desaprender colectivamente  el capitalismo, sexismo, racismo y nacionalismo que hemos  interiorizados. 

Lo ponemos en práctica de la siguientes maneras:

  • Damos prioridad a trabajo que se alinea con una práctica de educación popular, 
  • Escuchamos a comunidades y perspectivas ajenas a la nuestra sobre las palabras y frases que les dan poder 
  • Desafiamos la “profesionalidad” del trabajo de interpretación y traducción 
  • Creamos una base de recursos de glosarios y mejores prácticas 
  • Compartimos nuestros recursos y aprendizajes con otras personas que quieran participar en el trabajo de justicia del lenguaje
  • Damos prioridad a la experiencia vivida por personas de diferentes países y culturas 
  • Ofrecemos trabajo solidario a aliades

Creemos en el liderazgo, el legado y el poder femenino.

Mamás, abuelas y tías. Para la mayoría de nosotres, las mujeres más queridas de nuestras vidas han sido los puntos de entrada a este trabajo — desde la interpretación en las consultas médicas y las escuelas cuando éramos niñes hasta las lecciones de finanzas y autoempleo en la mesa de nuestras cocinas. Al elevar el liderazgo femenino, no estamos glorificando a los tropos de “mujeres hechas por sí mismas” o “mujeres jefas”. Por el contrario, reconocemos las múltiples formas en que el cispatriarcado, la colonización, el racismo y el sexismo disminuyen, cooptan y “profesionalizan” el trabajo de las personas de color feminizadas. Nuestra comprensión del liderazgo femenino se basa en varios legados de los matriarcados.

Lo ponemos en práctica de la siguiente manera:

  • Cultivamos el liderazgo de cada une de nosotres, animando a nuestres miembres a tomar la delantera en proyectos que les inspiran y apoyan su liderazgo
  • Creamos asociaciones con otros colectivos con liderazgo femenino, como Birthmark Doulas Collective y Another Gulf Is Possible 
  • Desafiamos los estándares profesionales/masculinos del trabajo, la productividad y el crecimiento 
  • Trabajamos con compañeres de la comunidad que han demostrado su compromiso con la resistencia al patriarcado dentro de su estructura
  • Modificamos nuestro lenguaje para reconocer e incluir a personas de todos los géneros 

Creemos en la resistencia intergeneracional.

Creemos en la resistencia como un derecho humano fundamental. Nos comprometemos a desaprender y resistir al capitalismo, al sexismo, a la supremacía blanca y a la xenofobia tal como se manifiesta interna y externamente en nuestro ecosistema. Al tener la justicia del lenguaje presente en los espacios, podemos resistir colectivamente a una lógica punitiva de fronteras y jaulas que enfrenta a los pueblos oprimidos uno contra otro. Como trabajadores de la justicia del lenguaje, también practicamos la resistencia a las prácticas laborales indignas, a la urgencia del capitalismo y a la política de respetabilidad racista.

Creemos que la resistencia debe ser intergeneracional. Para cada une de nosotres en este colectivo, la resistencia es una parte importante de nuestras historias familiares y de nuestra identidad étnica. También entendemos que la potente y transformadora tradición de la resistencia está enraizada en el trabajo del movimiento de los trabajadores y de las personas negras e indígenas de todo el mundo. La resistencia es un proceso continuo y no se limita a nuestra vida o incluso a nuestra perspectiva. Invertimos en prácticas laborales sostenibles y dejando espacio para que las generaciones futuras practiquen y hagan crecer la justicia del lenguaje. Así honramos las prácticas de resistencia que nos legaron las generaciones anteriores.

Lo ponemos en práctica de la siguiente manera:

  • Centramos las personas más marginadas de nuestras comunidades de todas las edades, ofreciéndoles trabajo y tutoría en un ambiente de bienvenida
  • Invitamos a los ancianos de nuestras comunidades a compartir sus experiencias y lecciones aprendidas
  • Defendemos nuestros derechos como trabajadores para realizar un trabajo significativo y no basado en la urgencia capitalista o en políticas de respetabilidad racistas. 
  • Defendemos nuestro derecho como trabajadores a no realizar un trabajo que promueva la violencia contra las personas negras, indígenas, de color, queer, femeninas, discapacitadas o pobres.
  • Hacemos espacio para nuestro mantenimiento interno, cuidado y desarrollo de capacidades
  • Ofrecemos trabajo solidario a los aliados